Como Pakman bien comentó en su conferencia, ayudándose de la historia del por qué aparecieron los topos en un bosque desavitado y a su vez por qué aparecieron los alces..., resulta que el por qué de las cosas no es para nada inmediato. Para saber el por qué de algo hay que remontarse a varias consecuencias que se han ido sucediendo en el pasado.
Consecuencias que pasan desapercibidas en su momento y que por separado no tienen demasiada relevancia, pero que han llevado a una situación actual a la que, tenemos la sensación, hemos llegado sin comerlo ni beberlo. Quizá la incomprensión del por qué se ha llegado a tal situación, lleve a la gente a echarle la culpa a una persona en concreto, a una persona equivocada, cuando en realidad todos han contribuido.