Para qué comprarle flores a los muertos...

Ya está, ya a pasado. "Seguimos cada uno con su vida, yo con mi música, tu... con tus cosas..." pues sí. "El primer día te lo dige, que tenía miedo. Tenía miedo de esto." Pues yo también. Y pensaba que sería más difícil darse cuenta de que lo nuestro como que no. Lo nuestro... como que no. Quizá ya lo sabía. Es como si no hubiera pasado nada, como un lapsus en el tiempo.

"Y ahora qué, me tengo que ir?", pero como te vas a tener que ir. Por mí no. Creo que lo llevaremos bien, "sí, yo también lo creo". Amen.

Y ahora a quitar las fotos. Sólo eso, y lo aprendido. Porque, para que comprarle flores a los muertos...

A borrar la pizarra y a seguir escribiendo. Ah, sí sí...

Todavía no se si el amor existe.
Yo creo en él. Creo...
Alguien me dijo que no creía en él, hasta que dijo haberlo encontrado.
Creer o no. Que más da.
Yo no creo nada, viví el momento, vivo lo que puedo, lo que mi vida me dice que viva... porque es ella la que manda.
Alguien me ha preguntado hoy cuanto valía una rosa, "no lo se" le he contestado. Una rosa no lo se. Quizá mucho, si sabes regalarla en el momento oportuno.

No se cuanto valgo yo, según para quién. No se si es el momento ahora, algo me dice que si, si así lo siento. Que, como algo que he leído hoy, lo que tenga que pasar pasará. Lo que te venga del cielo cógelo, si tienes ganas de cogerlo, y fuerzas. Yo así lo siento.

No se si cabaré y cabaré y no me guste lo que encuentre, no puedo saberlo. Se lo que quiero ahora, que para mí ya es mucho. Equivocarme no, no me estoy equivocando, estoy sintiendo, cosas que nunca había sentido. Pensaré en ello, si todo acaba.